Cesc Fábregas ya le ha dicho a Arsène Wenger lo que tenía que decirle. El jugador ha aprovechado el regreso del Arsenal de la gira asiática para explicar al técnico cuáles son sus intenciones y pedirle que le deje marcharse al Barça. Fue una conversación dura y los dos se mostraron firmes.
El pulso se prevé duró porque Wenger no tiene intención de dar el brazo a torcer y así se lo ha hecho saber a Cesc. El alsaciano ha tasado al centrocampista en 40 millones de libras esterlinas -unos 45,8 millones de euros- mientras que el Barcelona ha ofrecido 35 millones de euros. Seis de ellos serían el precio que les ha puesto a dos chavales de la cantera que el Arsenal se llevó.
Las diferencias económicas entre la oferta y la demanda son abismales y Wenger no piensa ceder ni un ápice. Pero Cesc tampoco. El futbolista se ha negado a entrenarse con el grupo desde el primer día aduciendo unas molestias, las mismas que le han impedido ir de gira con el equipo. Y de momento, el catalán piensa mantenerse en sus trece.
Uno de los días clave será el viernes. El Arsenal debe partir para jugar un amistoso en Colonia el fin de semana y la intención del técnico es convocar a Cesc, mientras que si éste sigue en rebeldía se quedaría en Londres y la situación se pondría al rojo vivo.
Hasta el momento todas las partes han intentado guardar la compostura. Cesc no quiere quedar mal ante una afición que lleva ocho años idolatrándole y por eso no quiere pedir el transfer request, petición de traspaso contemplada en la reglamentación británica y que utilizó, por ejemplo, Xabi Alonso en el Liverpool para irse al Madrid. Wenger tampoco quiere cargar con la etiqueta de vendedor de estrellas. Pero la cosa está tan caliente que Cesc empieza a no descartar dar un paso más y decir públicamente que se quiere ir.
El técnico francés ha tenido que hablar de todo este asunto en la página web del Arsenal ante el cariz que está tomando la postura del internacional: "Mi objetivo es el mismo, mantener a los jugadores, y mi deseo de luchar por ello es idéntico. Cesc está en mis planes para el resto de la temporada. El problema es afrontar especulaciones de todos lados", escribió ayer.
No descarta tampoco que intervengan los médicos para comprobar lo cierto de la lesión del catalán. "Tendremos que comprobar cuánto mejora de su lesión. En condiciones normales viajará. No ha regresado a los entrenamientos normales. Está corriendo sobre el césped y el próximo paso es volver a las sesiones completas. Tendremos que hacer una evaluación", afirma.
Añade: "Comprobaremos cuál es su estado físico pero sí, estará con nosotros en Colonia", aseguró tajante para mostrarse inflexible. Si el técnico le convoca la pelota estará en el tejado de Cesc, que deberá dar un paso más para forzar su salida.
El Barça asiste expectante a esta lucha esperando que la decisión del jugador sea determinante. De todas formas, la prioridad ahora mismo para los culés es cerrar el fichaje de Alexis Sánchez para, al mismo tiempo traspasar a Bojan a la Roma y empezar a cuadrar la caja. El siguiente paso es intentar que Jeffren acepte la oferta del Bolton, que ha puesto 5 millones para llevárselo.
A partir de ahí, con el dinero que les quedaría más lo ingresado por las salidas, podrían poner toda la carne en el asador por Cesc. No obstante, hay que tener en mente las palabras de Sandro Rosell. "No tiraremos la casa por la ventana ni nos volveremos locos por Cesc", aseguró el presidente barcelonista.
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