El 26 de julio de 2010 Raúl se despedía entre lágrimas en la sala de prensa blanca. Fichaba por el Schalke 04 prometiendo volver pronto. Tan sólo un día más tarde, Guti partiría hacia tierras turcas para emprender una nueva aventura con el Besiktas. Hoy hace justo un año que el Real Madrid quedó oficialmente huérfano de sus dos capitanes, que se resistieron a envejecer en el banquillo.
La primera condición de Raúl para dejar el equipo era recalar en otro que siguiera compitiendo en la élite europea. Desde que pisara Alemania, el 7 se convirtió en el ídolo absoluto de todo Gelsenkirchen. El Schalke no cumplió las expectativas en la Bundesliga, pero lo compensó con el título de Copa y con un heroico puesto en semifinales de Champions. Y el eterno Raúl continuó despedazando récords a su paso, conviertiéndose en el jugador con más partidos en competiciones europeas y siendo el que más goles ha metido en ellas (73, 71 en Champions League).
Por su parte, Guti se marchaba tras 15 temporadas en el primer equipo del Real Madrid. Ninguna temporada, a excepción de la 2005-06 y de la 2007-08, consiguió convertirse en titular indiscutible, pero 20 minutos en el segundo tiempo le bastaban para dejar muestras de porqué Guti estaba ahí. Las asistencias de tacón a Zidane (15-1-2006) frente al Sevilla, y a Benzema (30-1-2010) en Riazor serán difíciles de olvidar. El de Torrejón jugó 526 partidos con la camiseta blanca, en los que consiguió cinco campeonatos de Liga, tres Champions League y dos Intercontinentales.
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