martes, 19 de julio de 2011

El Málaga insiste en Cazorla y Roig no le cierra la puerta

El futuro de Santi Cazorla vuelve a estar en el aire. Cuando parecía que la ofensiva inicial del Málaga por el centrocampista había quedado en nada, en las últimas horas ha vuelto a cobrar fuerza la posibilidad de que el asturiano vista de blanquiazul la próxima temporada y desde la entidad amarilla existe cierta incertidumbre por lo que pueda ocurrir con el futuro de este pilar del equipo.

Los contactos entre el club costasoleño y el Villarreal no se han cerrado definitivamente, aunque el futuro del jugador podría estar supeditado a las negociaciones por el traspaso de Rossi a la Juventus. Si el atacante se marcha a Italia, el submarino no considerará prioritario traspasar a Cazorla. Pero si las conversaciones con la Vecchia Signora no llegan a buen puerto, el club amarillo podría verse en la obligación de sacrificar a otro de sus pesos pesados con el fin de obtener una compensación económica que le permita fichar a varios jugadores y de paso equilibrar cuentas. Y ese jugador sería Borja Valero o Santi Cazorla.

El Villarreal quiere cobrar alrededor de 30 millones de euros por la venta de algún futbolista. Ése es el precio que ha pedido por la venta de Rossi y ésa es la cantidad aproximada que exigiría por Cazorla, siempre y cuando no haya acuerdo por el italiano, ya que si al final se traspasa a Rossi, el Villarreal elevaría las exigencias por el asturiano.

Por otro lado, el propio futbolista podría ver con buenos ojos una salida, después de que el Málaga le haya propuesto un salario tentador que supera los 3 millones anuales, cifra superior a lo que cobra en el Villarreal. Pellegrini, con quien coincidió en el submarino, conversó con él para explicarle el proyecto e intentar convencerle para que se una.

Mientras tanto, el jugador no quiso profundizar en el tema públicamente, aunque reconoció en el stage en Irlanda que en su día hubo conversaciones del Málaga con sus representantes y con el propio Villarreal para hacerse con sus servicios, y explicó de forma tajante la paralización de los contactos. "No hubo acuerdo entre los clubes. Estoy a gusto aquí. A día de hoy soy del Villarreal. No puedo decir más", concluyó.

Esta situación de incertidumbre sobre el futuro de Cazorla y otros miembros importantes de la plantilla amarilla ha creado cierto malestar en el stage en tierras irlandesas.

El técnico amarillo, Juan Carlos Garrido lo reconoció esta semana: "No es fácil trabajar cuando algunos de los que están podrían salir y otros faltan por llegar" y calificó la pretemporada de "atípica", al no saber muy bien cómo iba a resolverse la situación de algunos de sus futbolistas. "Está siendo extraña por la incertidumbre que hay con las posibles salidas de algunos jugadores y por no tener la plantilla totalmente cerrada".

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